Que
el ambiente deteriorado enferma no es una novedad, pero sí representa
un nuevo escenario. Antes la salud ambiental se vinculaba a condiciones
puntuales como los efectos de la contaminación nuclear o ciertas
profesiones peligrosas, y se creía que la ciencia resolvería cualquier
problema. Ahora, el agujero de ozono, la gestión de residuos, la calidad
del agua, y los riesgos ambientales que el ser humano todavía no sabe
manejar, sumados a la pobreza y la marginación, brindan un panorama más
complejo que afecta la salud pública.
En
los últimos años nos hemos acostumbrado a ver, oír y tomar
determinadas actitudes que vemos como normales o admisibles, siendo
estas actitudes y sus efectos tremendamente negativos para nuestra
salud. Nos referimos a aquellas actitudes que dañan el ambiente.
Son
muchas, demasiadas, las acciones humanas que están atacando el
ambiente, de forma irreversible muchas de ellas. La demostración de
esto es en muchos casos evidente, en otros casos está avalada por
estudios científicos y en algunos casos, esta demostración es difícil
de efectuar a corto plazo, pero todos los indicios apuntan a su
peligrosidad.
La
humanidad contemporánea comprueba cómo se desarrollan la técnica y el
progreso; pero, también alrededor de ella, existen preocupaciones por el
progresivo deterioro del ambiente. El problema ambiental está
profundamente relacionado con el vínculo que tienen los hombres con su
entorno y depende también de la relación de los hombres entre sí. El
factor demográfico y el uso y consumo de todos los recursos naturales e
industrializados que utilizamos los humanos a todo lo largo de nuestra
vida, además de la infraestructura social, económica y cultural que
esto implica, son factores determinantes en la emisión de
contaminantes, afectación del ambiente y la salud del hombre.
Que
el ambiente deteriorado enferma no es una novedad, pero sí representa
un nuevo escenario. Antes la salud ambiental se vinculaba a condiciones
puntuales como los efectos de la contaminación nuclear o ciertas
profesiones peligrosas, y se creía que la ciencia resolvería cualquier
problema. Ahora, el agujero de ozono, la gestión de residuos, la
calidad del agua, y los riesgos ambientales que el ser humano todavía
no sabe manejar, sumados a la pobreza y la marginación, brindan un
panorama más complejo que afecta la salud pública.
La
pobreza generalizada es el común denominador que afecta a los medios
tanto urbanos como rurales; en muchos países de la Región están
aumentando los porcentajes de familias pobres y la pobreza comunitaria
afecta a la gente de todos los niveles económicos. Las estrechas
relaciones que unen a la pobreza, la mala salud y el deterioro
ambiental son algo que los estudios epidemiológicos de salud pública y
otros estudios sectoriales han dejado perfectamente establecido. Dichas
relaciones son recíprocas y se refuerzan entre sí, en el sentido de que
cada factor es a la vez causa y efecto de los otros, y puede
intensificarlos. La lucha por sobrevivir con escasos ingresos y un
apoyo social insuficiente no les deja a muchos pobres más remedio que
utilizar los recursos básicos en forma excesiva a indebida y aceptar el
verse expuestos a situaciones riesgosas para la salud, a las cuales
pueden contribuir involuntariamente.
A
nivel comunitario, la pobreza se expresa como la falta de recursos
financieros, técnicos y de gestión para suministrar infraestructura y
servicios básicos. Sea real o bien función de las prioridades
financieras, dicha pobreza tiene un costo en términos de la exposición
de la gente a situaciones riesgosas para la salud, las necesidades de
atención de salud y el deterioro del entorno material. La escasez en lo
que hace al suministro de agua, los servicios de saneamiento básico,
el tratamiento de los desechos sólidos y la vivienda constituye una
preocupación primordial.
Es
claro que no basta el diagnóstico sin una acertada vía de soluciones
ya que el desarrollo humano y con ello la salud, se construye sobre
bases dinámicas y multidisciplinarias. Salud, ingreso económico y el
ambiente interactúan en el desarrollo humano. El lenguaje global que
habla de otorgar salud al conjunto de la población exige igualmente
modelos globales de estudio. La ausencia de esos modelos de desarrollo
humano sustentable, que involucren las variables de salud, pobreza,
amenaza la disponibilidad de recursos para el desarrollo en los países
que están fuera del marco de los países desarrollados.
La
limpieza del ambiente es esencial para la salud y el bienestar. Sin
embargo, las interacciones entre el medio ambiente y la salud humana son
muy complejas y difíciles de evaluar, lo que hace especialmente útil
el uso del principio de precaución. Los efectos sobre la salud mejor
conocidos son los relacionados con la contaminación del aire, la mala
calidad del agua y las condiciones higiénicas insuficientes. Los
efectos sobre la salud de los productos químicos peligrosos se conocen
mucho menos. El ruido va ganando importancia como problema para el
medio ambiente y la salud. El cambio climático, la disminución del
ozono estratósferico, la pérdida de biodiversidad y la degradación de
los suelos pueden afectar también a la salud humana.
Entre los factores medioambientales que ejercen una influencia negativa sobre la salud humana se cuentan los siguientes:
Calentamiento
de la Tierra. El clima y el tiempo afectan la salud humana en muchas
maneras. La incidencia de las condiciones de tiempo extremas está
aumentando. Tormentas, huracanes e inundaciones causan la muerte de
miles de personas cada año y aumentan el peligro de aguas contaminadas.
Agua
potable peligrosa y escasa y saneamiento inadecuado. Se estima que más
de 1.000 millones de personas carecen de acceso a suministros adecuados
de agua limpia, y que 3 millones de personas mueren cada año de
enfermedades transmitidas por el agua. Alrededor de 90% de los casos de
malaria en el mundo son atribuibles a factores medioambientales.
Seguridad
alimentaria. (Alimentos sanos y seguridad de suministro a largo
plazo.) Un medio ambiente sano para la producción de alimentos es
esencial para un suministro de alimentos sostenible y una buena
nutrición. La contaminación de los alimentos es un problema creciente.
Las sustancias químicas orgánicas y los metales pesados que persisten
en el ambiente y se acumulan a través de la cadena alimentaria tienen
efectos adversos sobre la salud humana, llevando a cáncer, fertilidad
reducida y daño neurológico. La seguridad de suministro depende de la
conservación de la productividad del suelo, la protección de la
diversidad genética así como de la manera en que se utilizan los
recursos.
Contaminación
en locales cerrados y contaminación de la atmósfera local. Muchos de
los hogares en el mundo usan combustibles sólidos sin procesar para
cocinar y calentar sus casas y tienen poca ventilación. Se estima que 2
millones de personas mueren cada año a resultado de exposición a
contaminación en locales cerrados. La contaminación de la atmósfera
local también plantea un peligro para la salud en muchas grandes
ciudades, y la mayor urbanización podría llevar a problemas de salud
aún más graves causados por factores medioambientales.
Encontrar
una solución no es tarea fácil debido al incremento demográfico y al
vertiginoso desarrollo tecnológico, además de que no es posible
responsabilizar del problema a un solo sector, pues tanto industrias
como hogares y automóviles participan en la generación de
contaminantes. Sin embargo, un primer paso consiste en difundir
información sobre el funcionamiento de los ecosistemas y de la relación
que éstos tienen con el ser humano y su salud, ya que sólo así es
posible comprender que el saneamiento ambiental debe ser una
responsabilidad compartida por todos.
La
salud de las personas es a la vez una meta y un requisito primordial
del desarrollo. Los individuos sanos son más productivos, y un nivel
elevado de salud en la comunidad evita el tener que gastar la riqueza
social para hacer frente a enfermedades, dolencias y alteraciones
sociales.
La
relación que hemos establecido con la naturaleza ha puesto en peligro
nuestra permanencia en la tierra, esfuerzos aislados no podrán revertir
la situación actual. Estamos a tiempo de frenar este proceso, debemos
proponernos que el ambiente se convierta en una vía más para aunar
voluntades, establecer pautas, acometer acciones y sobre todo, medir
resultados.
http://colunadosardinha.wordpress.com/2010/08/23/medio-ambiente-e-salud/
12/06/2013, 08:10
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