El
herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los
virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). La mayoría de los
herpes genitales son causados por el tipo VHS-2. La mayoría de las personas
infectadas por el VHS-1 o VHS-2 no presentan signos ni síntomas de la infección
o presentan síntomas mínimos. Cuando se manifiestan los signos, usualmente lo
hacen en forma de una o más ampollas en los genitales o el recto o alrededor de
los mismos. Las ampollas se rompen formando úlceras dolorosas (llagas) que
pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se
presentan. Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después
del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar
de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida
que pasan los años.
La mayoría de las personas infectadas por el VHS-2 no
saben que tienen la infección. Sin embargo, si se presentan signos y síntomas
durante el primer brote pueden ser bastante pronunciados. El primer brote
ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del
virus y las llagas se curan típicamente en dos a cuatro semanas. Otros signos y
síntomas durante el episodio primario pueden incluir una segunda serie de
llagas y síntomas parecidos a la gripe, entre ellos fiebre e inflamación de las
glándulas. Sin embargo, la mayoría de las personas con la infección por VHS-2
nunca presentan llagas o pueden tener signos muy leves que no se notan o que se
confunden con picaduras de insectos o con otras afecciones de la piel.
La mayoría de las personas a quienes se les ha
diagnosticado un primer caso de herpes genital pueden esperar tener varios
(típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un período
de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida
que pasa el tiempo. Es posible que la persona se dé cuenta que tuvo un caso de
herpes genital años después de que adquirió la infección.
La manera más segura de evitar el contagio de
enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es abstenerse
del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una
pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Las enfermedades genitales ulcerosas pueden aparecer
tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas, que hayan o no
estado cubiertas o protegidas con un condón de látex durante la relación
sexual. El uso adecuado y habitual de condones de látex puede reducir el riesgo
de adquirir el herpes genital.
08/05/2012, 15:16
¿Cómo puede prevenirse el
herpes?
¿Cuáles
son los signos y síntomas del herpes genital?
¿Qué es
el herpes genital?
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Las
mujeres embarazadas pueden infectarse con las mismas enfermedades de
transmisión sexual (ETS) que las mujeres que no lo están. El embarazo no ofrece
a las mujeres ni a sus bebés ninguna protección
Las ETS pueden tener casi las mismas consecuencias en
las mujeres embarazadas como en las que no lo están. Las ETS pueden causar
cáncer del cuello uterino y otros tipos de cáncer, hepatitis crónica,
enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y otras complicaciones. Muchas
ETS que afectan a las mujeres son silenciosas, es decir, se presentan sin
síntomas o signos.
Una mujer embarazada puede transmitir una ETS a su
hijo antes, durante o después del nacimiento del bebé. Ciertas ETS (como la
sífilis) atraviesan la placenta e infectan al bebé mientras está en el útero
(matriz). Otras ETS (como la gonorrea, la clamidia, la hepatitis B y el herpes
genital) pueden ser transmitidas de la madre a su bebé al momento del
nacimiento, cuando el bebé pasa por la vía del parto. El VIH puede
atravesar la placenta durante el embarazo, infectar al bebé durante el trabajo
de parto y, a diferencia de casi todas las otras ETS, puede infectar al bebé a
través de la lactancia materna.
Una mujer embarazada que tiene una enfermedad de
transmisión sexual puede también presentar un parto antes de término, ruptura
prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero e infección uterina
después del parto.
Entre los efectos dañinos que pueden causar las ETS en
los bebés se incluyen mortinatos (bebé que nace muerto), bajo peso al nacer
(menos de cinco libras), conjuntivitis (infección de los ojos), neumonía,
septicemia neonatal (infección en la sangre del bebé), daño neurológico,
ceguera, sordera, hepatitis aguda, meningitis, enfermedad hepática crónica y
cirrosis (enfermedades del hígado). Casi todos estos problemas se pueden
prevenir si la madre recibe cuidados prenatales de rutina que incluyan pruebas
de detección de ETS en las etapas tempranas del embarazo y, si es necesario, la
repetición de estas pruebas cuando se acerque la fecha del parto. Otros
problemas pueden ser atendidos si la infección se detecta al momento del parto.
La clamidia, la gonorrea, la sífilis, la tricomoniasis
y la vaginosis bacteriana (VB) se pueden tratar y curar con antibióticos
durante el embarazo. No existe una cura para las ETS virales como el herpes
genital y el VIH, sin embargo, los medicamentos antivirales pueden ser
adecuados para las mujeres embarazadas que tienen herpes y en especial el VIH.
Si una mujer tiene herpes genital activo con lesiones al momento del parto, se
puede realizar una operación de cesárea para evitar la infección del recién
nacido. La cesárea también puede ser una opción para algunas mujeres
infectadas por el VIH. Las mujeres que obtuvieron resultados negativos de sus
pruebas de detección para la hepatitis B pueden recibir durante el embarazo la
vacuna contra esta infección.
La manera más segura de evitar el contagio de
enfermedades de transmisión sexual es la abstención del contacto sexual o tener
una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las
pruebas de detección y que se sabe que no tiene ninguna infección.
Los condones de látex, cuando se usan de manera
habitual y correcta, son muy eficaces para prevenir la transmisión del VIH, el
virus que causa el sida. Asimismo, si los condones de látex se usan de manera
habitual y correcta pueden reducir el riesgo de transmisión de gonorrea,
clamidia y tricomoniasis. El uso correcto y habitual de los condones de látex
puede reducir el riesgo de contraer herpes genital, sífilis y chancros solamente
si el área infectada o el área de posible exposición está protegida con el
condón. A su vez, el uso correcto y habitual de los condones de látex puede
reducir el riesgo de contraer el virus del papiloma humano (VPH) y las
enfermedades asociadas a este (como verrugas y cáncer del cuello uterino).
08/05/2012, 15:31.
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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